

A pesar de estar viviendo un momento complejo que solo imaginé en libros de Ciencia
Ficción, o en libros de Historia que narran guerras cruentas y desiguales; sigue siendo necesario recordar el día de la Memoria, la Verdad y la Justicia.
Un día particular, sin marchas, sin los abrazos en los espacios públicos, sin las pelis en
el Leonardo Favio, sin la música que acompaña la alegría de la lucha y la resistencia viva.
Desde casa (como ordenó el Presidente Alberto Fernández por la pandemia de
Coronavirus) sigue viva nuestra memoria y nuestra lucha por no olvidar. “La noche más negra
de nuestra historia” arrasó con intelectuales, con libros, con familias, con la cultura, con la
educación, con una economía desarrollista, con la palabra plena (si me permiten en términos
lacanianos), con nuestras subjetividades y emergió la angustia, el silencio, el dolor, las listas
negras, las sospechas, el terror y la muerte. Emergió también (afortunadamente) la vida a
través de las madres que alzaron la voz por sus hijos y nietos (que iban a nacer en cautiverio) y
sin saberlo se convirtieron en portavoces de un pueblo.
Muchos conocemos los acontecimientos históricos del 24 de Marzo de 1976, ese día
comienza un golpe Cívico Militar con alguna particularidad, y es que las tres fuerzas armadas
iban a actuar en conjunto y a reprimir por igual, la represión y el exterminio se justificaron en los decretos leyes del gobierno democrático de Isabel Perón y la mano armada de la agrupación AAA, que habían generado ya un estado de terror ; por otra parte este golpe contó con el apoyo
de empresas, de grupos financieros, sectores del campo y de la industria, de medios de prensa y del ala más dura de la Iglesia Católica. El objetivo desde lo económico era un país sin huelga, con una clase obrera obediente y dar marcha atrás a las reformas Económicas llevadas adelante por los gobiernos democráticos antecesores. Se pretendía un estado que no intervenga en la Economía.
Jorge Rafael Videla asume como presidente de facto el 29 de marzo de 1976, y una de
las primeras medidas que puso en marcha fue continuar luchando contra la subversión hasta
aniquilarla, ya en el gobierno de Isabelita, habían empezado por aniquilar a las subversivos (termino usado para lo que estaban en contra del poder imperante.)
Para ello se crearon 150 Centros Clandestinos de Detención, con el objetivo de secuestrar
personas, torturarlas para conseguir información y eliminarlas para siempre. Se arrojaron
cuerpos al Río de la Plata (sin cuerpo no hay pruebas y sin pruebas no hay delito), se instaló el
terror y la desconfianza para que la gente denuncie a sospechosos, músicos, escritores, artistas
perseguidos.
Se suspendieron paritarias, desaparece el proteccionismo de la industria nacional, se
modifican las retenciones agropecuarias y toman deuda con organismos internacionales de crédito.
En Abril del 77 un grupo de mujeres comienza a reunirse en Plaza de Mayo pidiendo por sus
hijos y nietos, como no se podían juntar comenzaron a hacer rondas alrededor de la plaza
todas las semanas. Periodistas extranjeros comienzan a visibilizar el actuar de las madres. La
imagen externa de la dictadura comienza a resquebrajarse y la organización del Mundial de
Futbol de 1978, se presenta como la maniobra de distracción perfecta.
El Ministro de Economía Martínez de Hoz, fijó el valor del dólar y permitió de manera irrestricta
a los capitales extranjeros poner en marcha la “bicicleta financiera”.
En 1979 el presidente Videla accede a recibir a la Comisión Internacional de Derechos Humanos y al terminar su visita se retira con más de 5000 denuncias por personas desaparecidas. El informe que hace la Comisión es demoledor por lo que necesitan desviar la atención para continuar en el poder. Llega el conflicto con Chile por el Canal de Beagle y más adelante con Galtieri la guerra de Malvinas usando ese nacionalismo popular para tratar de mejorar la imagen de la dictadura. A los 40 días de iniciada la guerra las tropas británicas toman posesión de las islas dejando 649 muertos en combate, dejando un dolor patriota.
Galtieri deja a su cargo a Bignone que toma una de las últimas medidas económicas de la mano de Domingo Cavallo, nacionalizar las deudas privadas. Además se promulga la ley 22.224 que da amnistía a todos los miembros de las Fuerzas Armadas.
Y al final quedan heridas permanentes:
30.000 desaparecidos
700 muertos en Guerra de Malvinas, Industria nacional destruida, riqueza cada vez más concentrada, deuda externa millonaria
Estas heridas fueron tramitadas, por escritores, artistas plásticos, cineastas, poetas, quienes en términos de Elena Anníbali fueron colando la memoria personal y social, socavando la verdad ofreciendo distintas versiones de la realidad, entre ellas una Poeta, escritora riocuartense, Glauce Baldovin que tuvo un hijo que desapareció en Mayo del 76, quien nos regala muchísimos poemas. Les dejo aquí uno de ellos:
El cementerio está a mitad de camino del pueblo.
Los muertos están rodeados de silencio.
Abro el pórtico y penetro en la soledad.
Con la punta de los pies camino por el musgo.
Ellos están atentos, cada uno en su tumba, esperando.
Clementina, Silveiro, mis padres. Paso de largo.
Ezequiel, mi marido. Paso de largo.
Mi hijo está solo.
Solo y rodeado de nombres en su nicho de granito.
Para él las fresias y los aromos.
Él.
Que podría ser un hombre ya
Necesita flores con olor a doncellas.
Escrito de Fabiana Fedriani y Guillermo Pedruzzi