“El conflicto es un modo de comunicación y una parte inevitable de nuestras vidas. Resulta inherente al proceso de cambio dentro de los individuos y en el seno de la sociedad, proceso que todas las personas pueden aprender a abordar creativamente. La educación sobre el conflicto constituye una parte esencial de la educación en la paz y debe ser materia de interés para todos los educadores, tanto en la esfera de la educación formal como en la informal. Posee consecuencias para una escolarización agradable y eficaz, para el desarrollo de relaciones comunitarias armoniosas basadas (…) en un compromiso con la justicia social, y para la meta a largo plazo de unas relaciones internacionales pacíficas en donde ya no se considere la guerra como un medio aceptable de solución de una disputa.”

Jen Burnley. Conflicto.

 

QUERIDA COMUNIDAD EDUCATIVA

INSTITUTO LEONARDO DA VINCI

 

Como ya saben estamos dando los primeros grandes pasos como nivel educativo. Recién este año, 2016, completamos el primario al abrir sexto grado.

Cada día, cada momento nos disponemos a aprender, desaprender, ser, hacer y convivir. Sabemos que esto último es complejo y requiere de una participación activa en la construcción de acuerdos y una apertura que celebre el diálogo como espacio fundamental para la resolución de conflictos.

La elaboración de los Acuerdos Escolares de Convivencia fue un nuevo paso de crecimiento institucional que nos brindó la oportunidad de encuentro, reflexión y análisis de nuestra vida institucional para plasmar por escrito aquello que veníamos haciendo de manera informal. En su construcción agudizamos la mirada pedagógica y de resguardo de derechos, no olvidando que el fin de la escuela es la formación, por lo tanto es necesario romper con la lógica punitiva y sancionadora. El Acuerdo se constituye entonces en una herramienta formativa para que todos /as los que conformamos la Comunidad Davinciana tengamos criterios comunes al momento de resolver conflictos.

De alguna manera Todos/as hemos participado en la redacción de este acuerdo, y dado que “la convivencia no es algo estático, sino que es una construcción colectiva y dinámica, sujeta a modificaciones conforme varían las interrelaciones de los actores en el tiempo”[1] es que a partir de ahora nos toca llevarlo a cabo de manera coherente y volver a generar espacios de diálogo, intercambio y autocrítica para modificar aquellas cuestiones que consideremos necesarias.

 

Patricia Sagastume

Directora. Nivel Inicial y Primario.

[1] Banz, Cecilia (2008). “Convivencia Escolar”, Valoras-UC, Santiago, Pág. 2.

 

 

ACUERDO ESCOLAR DE CONVIVENCIA

 

RESEÑA DEL TRABAJO INSTITUCIONAL

  1. Presentación del Acuerdo Escolar de Convivencia – AEC-.

 

Como equipo directivo del Instituto Leonardo Da Vinci presentamos a continuación el Acuerdo Escolar de Convivencia –AEC-, producto que hemos  acordado durante las etapas de elaboración y re-elaboración por parte de todos los miembros que componen la comunidad del Leonardo Da Vinci.

En este sentido, la Representante Legal. Lorena Pedruzzi y el Equipo Directivo:

Directora: Prof. Patricia Sagastume,  Psicopedagoga: Lic. María Fernanda Savini, deseamos dejar explicitado en el mismo los “ideales y principios” davincianos para repensar la “EDUCACIÓN” en un sentido general. (Ver anexo).

 

  1. Comienzo del proceso de producción.

La elaboración del Acuerdo Escolar de Convivencia –AEC- permite realizar un análisis y una reflexión del recorrido histórico.  El nivel inicial nace en el año 2011, funcionando en la Escuela Infantil Santa Inés, con sala de 5 años. En el 2012 la sala de 5 se traslada  al edificio de la Avda. Godoy Cruz 511, lugar donde funciona el nivel secundario desde 2010 (cabe mencionar que dicho nivel nace en el año 1992). El motivo del traslado es que ese año se inaugura el nivel primario abriendo primero y segundo grado y a partir de allí año tras año se abren cursos conforme el avance de los estudiantes, hasta que finalmente en el presente año se completa el ciclo de nivel primario.

Desde el año pasado (2015) se está trabajando en los diferentes instrumentos que van a propiciar la toma de información para la construcción de los AEC. Contar con el antecedente del nivel secundario facilitó el trabajo de elaboración.

 

En una primera instancia, es el equipo directivo quien se familiariza con el material, para luego presentarlo al equipo docente.

Una vez socializado, se invita a los docentes a formar un equipo conjuntamente con el directivo para responsabilizarse de la coordinación, armado y sistematización del AEC. El equipo quedó conformado por dos docentes, la psicopedagoga, la directora y la Representante legal del instituto.

Lo primero que se realizó fue la lectura de la documentación enviada por el Ministerio de Educación de la Provincia para entender el para qué y el cómo se debía ir construyendo el AEC, y a su vez pensar y repensar sentidos y procesos particulares desde todos los agentes involucrados en la Institución.

Se arribó a la conclusión de que la institución no poseía acuerdos de convivencia, sino sólo normas de funcionamiento que legitimaban qué era lo permitido y qué la transgresión en función de tiempos y espacios, ya que en la medida que se presentaban situaciones, las mismas se iban resolviendo de acuerdo a la especificidad, más no se generalizaba. Esto dificultó el proceso de consulta ya que no teníamos un documento sobre el cual basarnos para realizar un análisis y/o adecuación del mismo. En este sentido, se decidió repensar cómo eran las prácticas instituidas vinculadas a la convivencia en nuestra institución y a partir de allí se armó un documento que sirvió de referencia para realizar las consultas a los distintos sectores involucrados –estudiantes, docentes, padres, auxiliares, docentes de apoyo, administrativos, directivos-.

Se armó una encuesta para realizar consultas, en primer lugar, a los docentes, docentes integradoras, auxiliares, personal administrativo, directivos, representantes legales, etc. que forman parte de la escuela.

  1. Convocatoria y consulta a las familias y a los estudiantes.

¿Cómo se realizaron estas consultas? Con el documento elaborado se escribió un formulario de consulta con algunos aspectos considerados en el documento y solicitándoles a los integrantes de la comunidad educativa una apreciación con algunos aspectos que a nuestra consideración no podían faltan dentro del AEC.

¿A quiénes se realizaron estas consultas? Las consultas se realizaron al personal docente, directivo, administrativo, maestranza y maestras integradoras y a todos los padres de los estudiantes (desde sala de 5 a sexto grado).

Con respecto a la consulta a los alumnos, los procedimientos fueron diferentes de acuerdo a la edad. En general se utilizó el espacio institucional de Convivencia para conversar acerca de aspectos que ellos consideran importante para lograr una buena convivencia, en relación a lo que ocurre en el aula, en los recreos, áreas especiales, como partes interesadas de muchas de las situaciones en las que se suscitan conflictos.

¿A qué conclusiones se llegaron?  Las familias en su mayoría acordaron con los puntos planteados en la encuesta, en el espacio de las sugerencias plantearon cuestiones que tienen que ver con el funcionamiento y aspectos vinculados a cuestiones de organización. Los docentes expresaron, aspectos vinculados tanto a las familias, como al equipo directivo y alumnos. En relación a los adultos plantearon cuestiones vinculadas a las formas de comunicación, horarios, responsabilidades. Mientras que en relación a los estudiantes se mostraron conformes con la manera institucional de resolver situaciones de conflictos, realizaron aportes respecto de nuevos recursos para el sostenimiento de herramientas que hayan funcionado.

 

La experiencia fue enriquecedora y nos permitió repensarnos como institución, confrontar ideas, fundamentarlas, reencontrarnos con los alumnos y padres desde otro lugar. Nos permitió diferenciar algunos aspectos, por ejemplo, normas de funcionamiento y acuerdos de convivencia.  Por otro lado, descubrimos la dificultad que existe para hacer una mirada atendiendo a la complejidad institucional y social y que no se centre sólo en aspectos particulares  (esto último no sólo en padres y docentes, sino también en los estudiantes) y también la dificultad para problematizar quedando algunas confrontaciones que se polarizan. Estas dificultades nos permitieron crecer institucionalmente, ya que se pudieron resolver y pudimos llegar a la realización de este acuerdo marco.   El desafío va a ser poner en práctica el marco de convivencia apuntando a mejorar la dinámica y que la misma sea un encuadre que sostenga procesos de aprendizajes cualitativamente más consistentes y sostener prácticas que  permitan el adecuado fluir de las resoluciones pacífica de conflicto en pos de que la Convivencia sea lo suficientemente apropiada para propiciar procesos de aprendizajes interesantes en nuestros estudiantes y también en la totalidad de la institución educativa.

 

 

 

 

 

 

NORMAS DE CONVIVENCIA

A continuación, se desarrolla el Acuerdo Escolar de Convivencia –AEC– teniendo en cuenta que para poder construir hay que cuestionar críticamente lo instituido pensando en ¿quiénes queremos ser?, ¿en qué mundo queremos vivir? y ¿qué lugar ocupa el otro para mí y en este mundo?  según el rol y/o funciones que los sujetos desarrollan en la institución escolar. Este Acuerdo será revisado cada (03) tres años modificándose o ratificándose parcial o totalmente en relación a las necesidades requeridas.

Los valores que hemos privilegiado trabajar en esta primera instancia son: diálogo, respeto, responsabilidad, compromiso, aceptación.

 

  • El diálogo será, en todos los casos, la primera herramienta de resolución de conflictos; se propiciará un trato cordial y respetuoso entre los actores de la institución, no se aceptarán, vocabulario inadecuado, tonos de voz elevados, gestos inapropiados y ningún tipo de violencia entre sus miembros.
  • Los canales y formas de comunicación serán los adecuados y oportunos, por lo que se solicita realizar los pedidos de las necesidades antes quienes corresponda y en el espacio apropiado, no se aceptarán quejas, enojos, pedidos y/o solicitudes fuera de contexto.
  • El respeto es fundamental para ser partícipes activos en la construcción de una comunidad educativa inclusiva, por lo que no se aceptarán cargadas, bromas, descalificaciones, discriminación y/o indiferencia cuando las mismas atenten contra la integridad física, emocional y psíquica del otro.
  • En relación a la responsabilidad, se respetarán los horarios establecidos para el ingreso, salida, como así también viajes y otros eventos organizados desde la institución. No se permitirán demoras excesivas en los ingresos, en las salidas y/o eventos organizados.
  • El compromiso con lo propio y lo de todos, requiere de cuidar el espacio y el mobiliario de la institución; no se permitirán acciones u omisiones que dañen el espacio físico y el mobiliario, como rayar, romper, sacar sin permiso, etc.
  • Respetar a los otros y hacerse respetar frente a los otros, por lo tanto, no se aceptará violencia de ningún tipo (verbal, psicológica, física, simbólica, etc.) ni aceptación pasiva de la misma.
  • Reconocer, aceptar y respetar las diferentes identidades sexuales, religiosas, ideológicas, étnicas, culturales, socio-económicas, etc. No se aceptarán ironías, bromas, comentarios y algún otro tipo de violencia  que descalifique alguna de las identidades
  • Reconocer, aceptar y respetar el propio cuerpo y el del otro. No se aceptarán comportamientos que dañen física, psíquica ni emocionalmente a uno mismo y ni al otro.

 

ACCIONES ANTE EL INCUMPLIMIENTO DE LAS NORMAS ACORDADAS.

En toda situación y en consonancia con lo expresado hasta el momento, la primera acción a realizar es apelar al diálogo. Sin diálogo no hay conciencia y el comportamiento tiene que ser producto de una conciencia crítica y no del miedo a la sanción.

La aplicación de un sistema reparador favorecerá la búsqueda permanente del diálogo, mediación, y otras alternativas de resolución pacífica de conflictos. Debe promoverse el reconocimiento del conflicto como inherente a la interrelación entre personas y como dispositivo central para el cambio y crecimiento. Deben transformarse las soluciones del conflicto en actos educativos.

Las transgresiones o faltas pueden calificarse en leves, moderadas o graves.  Serán faltas leves si no alteran de modo severo la cotidianeidad áulica, ni tampoco dañen el patrimonio o la imagen del mismo, ni la subjetividad de las personas involucradas en la institución. En segundo lugar, se considera falta moderada la que altera moderadamente los valores antes expresados, dicho daño es reparable. Finalmente, serán Faltas Graves las que sí afecten y dañen trascendentalmente tales valores con escasa o nula posibilidad de reparación (servicio educativo, patrimonio, imagen institucional, subjetividad de uno o varios miembros de la comunidad educativa, etc.). La gravedad de una falta alterará considerablemente los valores y se evaluará tomando en cuenta las condiciones siguientes:

  • las circunstancias y formas de su comisión;
  • la concurrencia de varias faltas;
  • la participación de una o más personas;
  • los efectos que la falta produce; y
  • el rol desempeñado por el autor de la falta.

Las sanciones a aplicarse son:

  1. Apercibimiento oral: Se trata de un llamado de atención ante faltas leves. Puede ser aplicado en forma directa por el personal docente, cuando el incumplimiento de la norma proviene del estudiante, con información posterior a la autoridad a cargo, quien llevará el registro de las mismas y notificará a las familias. Será aplicado por los directivos y/o representantes legales cuando el incumplimiento provenga de un docente, no docentes o directivos.
  2. Apercibimiento escrito: Ante faltas más serias o cuando se reincide en una falta que mereció el apercibimiento oral, se aplicará el apercibimiento escrito, que consiste en dejar constancia escrita con notificación del estudiante y sus padres. Se informará a las autoridades cuando se aplique esta sanción. El mismo procedimiento de dejar constancia escrita de la falta cuando a la misma la haya cometido un docente, no docente o directivo.
  • Realización de acciones reparadoras en beneficio de la comunidad escolar:

Estas acciones deben guardar relación con el daño causado promoviendo la reparación por parte del que transgredió la norma. Se ejecutan bajo la orientación de un directivo/docente, mediando previa conformidad de las partes y fehaciente notificación a los padres del estudiante. La propuesta elaborada por el éste o por las autoridades no debe interferir en el cumplimiento normal de las obligaciones pedagógicas.

Al aplicarse esta modalidad debe cuidarse especialmente de no tergiversar su sentido ético y pedagógico, para posibilitar la concreción de las finalidades del Sistema de Convivencia que son educar en el desarrollo de la responsabilidad individual, colectiva y solidaria y en la toma de conciencia de los propios actos.

  1. Sanciones Experienciales:

Debe promoverse la voluntad de aprender y enseñar sobre el incumplimiento de la norma. Se ejecuta mediante actos pedagógicos a través de los cuales los alumnos involucrados podrán investigar, organizar una clase, una charla, un debate, etc. que permita reflexionar sobre el comportamiento inadecuado.

 

 

  1. Sanciones de contrato de cambio:

Las mismas se implementarán con la elaboración de un acuerdo escrito en donde las personas involucradas se comprometen a realizar los cambios que satisfaga a todas las partes. Estas situaciones pueden darse bajo el proyecto educativo de Mediación entre pares, ya que son personas reconocidas y legitimadas en la institución.

Por otro lado, en caso de que el sancionado no cumpla de manera total o adecuada con las sanciones previstas y acordadas entre las partes, se aplicarán de manera directa las sanciones vigentes en nuestra legislación escolar.

 

 

ESTRATEGIAS DE SOSTENIMIENTO DEL AEC:

En primer lugar y en relación a la presentación del AEC será necesario que todos los integrantes de la comunidad educativa lo conozcan y permitan tal conocimiento al personal que estará a cargo del sostenimiento.

Esto se puede dar en plenarios docentes, reuniones con las familias y espacios pedagógicos, tales como Identidad y Convivencia; y Ciudadanía y Participación.

Una vez conocido por todos, será necesario poder organizar los tiempos y espacios necesarios para retomar situaciones y realizar las evaluaciones pertinentes en relación a, por ejemplo, sanciones.

Se aprovecharán, y se los consideramos fundamentales, en cada grado los espacios curriculares de “Ciudadanía y Participación” e “Identidad y Convivencia”, sin embargo, también se sostendrá en el espacio institucional de Convivencia para poder seguir trabajando con los valores y acuerdos necesarios que permitan en otras instancias revisar y repensar.

Por otro lado, se generarán en las reuniones y encuentros escuela-familia espacios de reflexión en torno a los AEC, y si fueran necesarios se habilitarán nuevos encuentros.

Tenemos previstos realizar encuentro con las familias y tomar fechas especiales para darle continuidad sistemática, por ejemplo, Día de la Palabra, día de la no violencia en espacios públicos, día de la Mujer, etc.